Periodismo audiovisual

miércoles, 22 de abril de 2009

Tengo una pregunta para Lorenzo Milá

Publicado en Pepino News:

Estaba viendo “Tengo una pregunta para usted” en TVE, y me he quedado pensando cómo llegan esas personas ahí, cómo se preparan las preguntas y cómo se realiza. Pero yo ya lo sé. Me lo ha contado Lorenzo Milá.

El pasado viernes, el profesor de Información en Radio y Televisión, Rafael Díaz Arias trajo a clase a su ex-compañero Antonio Casado, realizador del Telediario 2 de la 1 de Televisión Española. Durante el tiempo de clase, Casado contó a los alumnos los entresijos del cambio estético que ha sufrido televisión española recientemente. Habló también de su trabajo como realizador en estos informativos y en el programa “Tengo una pregunta para usted”, que él también realiza. Pero, como “la lección, si es divertida, jamás se olvida”, invitó a todos los alumnos presentes a asistir a los ensayos de este programa en los Estudios Buñuel de Televisión Española. Y allí nos dirigimos alrededor de cuarenta alumnos de Periodismo el lunes por la tarde.

Allí estaba el presentador del programa, Lorenzo Milá, que durante todo el ensayo explicó a todos los alumnos el funcionamiento del programa.

“Tengo una pregunta para usted” es, probablemente, el programa informativo más espectacular que se realiza para televisión en España hoy por hoy: catorce cámaras, cinco pantallas gigantes, quince de plasma, cien ciudadanos (con lo que eso conlleva) y un político (con lo que eso conlleva, también)… Todo un alarde técnico y de realización.

Pero además de todo esto, es un nuevo reto para el periodista, que es algo más que un mero presentador del programa. Estos son los pasos que se sigue para preparar el programa:

  1. Una empresa independiente a Televisión Española escoge a las 100 personas que irán al programa buscando una muestra representativa de la sociedad española: por voto (declarado), por edad, por oficio, por sexo…
  2. Se realizan llamadas a estas diez personas, a las que se pregunta si le gustaría tener la posibilidad de hacerle una pregunta a un político de relevancia en televisión. En caso de respuesta afirmativa, es invitada al programa.
  3. Los cien ciudadanos se reunen en un hotel en Madrid.
  4. La mañana antes del programa, Lorenzo Milá se reune por primera vez con los ciudadanos en el hotel y se realiza un primer ensayo en el que, durante alrededor de cuatro horas, cada ciudadano realiza una pregunta.
  5. Y es aquí donde viene el trabajo del periodista. En función de las preguntas por las que más se han interesado los ciudadanos, el informador realiza una selección de los que podrán preguntar.
  6. De esta forma, el periodista tiene la obligación de responder a los intereses de estas cien personas durante el programa en directo y, por tanto, si diez personas se han interesado por temas de terrorismo, el programa no puede terminar sin que haya alguna pregunta sobre terrorismo. El periodista es el que guía al ciudadano para extraer la información al político.

Con todo, los ciudadanos pueden reaccionar espontáneamente y cambiar su pregunta sobre la marcha si lo creen oportuno, por lo que el programa tiene su riesgo.

Teniendo en cuenta que sólo entre treinta y cuarenta tendrán la oportunidad de preguntar, el periodista es el que realmente consigue exprimir al máximo al invitado. Lorenzo Milá se quedó unos minutos tras el ensayo hablando con los estudiantes y respondiendo a algunas de sus preguntas.

El hecho de que sean 100 personas, cuando menos de la mitad podrían preguntar, podría interpretarse como un elemento más de la parafernalia y la espectacularización de este programa. Nuestro redactor Víctor Guybrush le preguntó por esto, y Milá nos explicó que 100 era el número ideal para que hubiera una mayor riqueza de preguntas.

lorenzo

También comentó que el PNV había rechazado la invitación para acudir al programa que había enviado Televisión Española.

Hablar de los actores que hacían el papel de los políticos en el ensayo, estaría de más. Aportaría más bien poco. Aquel que tenga curiosidad, le invito a preguntar en los comentarios o a preguntarme por la calle. Muy gracioso, todo.

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